Bituaya, que define su género musical como tecnocaribe, fue la segunda agrupación en ocupar el escenario durante el primer concierto de La paz es una nota. Lo hicieron aproximadamente a las 6:00pm. Su estilo y música, con alto contenido social y de protesta, captaron la atención de los presentes.
Ellos, que hacen vida dentro del colectivo Tiuna El Fuerte de El Valle, fusionan la música electrónica con elementos tradicionales venezolanos y latinoamericanos. El nombre de Bituaya proviene del Oriente venezolano y significa “conjunto de verduras que se utiliza para hacer la sopa”. Trasladando eso al grupo, lo que buscan es mezclar los elementos de la música del Caribe, de Latinoamérica y de Venezuela con música electrónica y proyectar el resultado al mundo entero.
Durante su espectáculo, de cerca de una hora de duración, se escucharon frases clave como: “Fuera todas las balas de Catia”, “Estamos en otra onda”, "Los jóvenes pueden realizar otras cosas distintas a la violencia”, “Cada uno tiene que asumir su papel en la lucha contra la inseguridad”, “En Venezuela estamos inventando otra manera de hacer las cosas”.
Para Piki Figueroa, letrista de Bituaya, “mientras los espacios estén ocupados con diferentes tipos de actividades, existirán menos probabilidades de que en ellos hayan acciones de malandreo que se dan por ocio y porque no hay visión de comunidad. Los chamos son burda de pilas y si los dejan por ahí, al garete. En las calles no se encuentran con nada bueno. Se conseguirán con gente más inteligente que ellos, que los va a usar para negociar. Después los menores sabrán cómo es todo y empezarán a negociar ellos y para proteger el negocio se armarán”.
“Yo les digo a los jóvenes que no se achanten, que se inventen una, que transformen su barrio, que son ellos los que tienen la fuerza, la sangre y la juventud para cambiar todo el barrio con festivales, conciertos, rumbas o competencias deportivas; hacer que suene su barrio, pero no por el lacreo sino porque hay demasiado talento en él”, sugiere Figueroa.
El letrista cree que los jóvenes “deben activarse y darse cuenta de que hay demasiado que hacer. La violencia y el lacreo te cortan el camino: no puedes moverte, no puedes salir de aquí, no puedes ir para allá. Si estás activo e inventas cosas positivas puedes conocer otros barios, otras ciudades, otros países y puedes andar por el planeta haciendo música, deporte, conociendo muchísimas realidades. Ciertamente, hay que tener mucha astucia porque no es fácil lograrlo; requiere esfuerzo y dedicación, pero no hay que pararse, por el contrario, hay que ponerse retos más allá de la esquina”.
Aquiles Rengifo, creador de la música de Bituaya, es tajante al afirmar que “estos espacios brindan sano esparcimiento al pueblo de Catia, al que, a veces, se le complica el poder trasladarse a otro lugar de la ciudad para ir al cine o a un concierto. Y ahora tienen acá, en su sector, espectáculos gratuitos para toda la familia. De eso se trata. Mientras se multipliquen espacios como este y haya mayor entretenimiento cultural para la población, habrá menos armas y menos violencia en los barrios”.
“A los jóvenes les digo que estén en la pista, activos, inventando cosas todo el año; que estén proponiendo, que no se queden atrás, que no se achanten en la esquina; que busquen, que investiguen, que creen cosas, que hagan, que propongan. Que se activen y que estén siempre al frente, en la punta de la lanza, como dicen por ahí”, expresó Rengifo.
VIA http://www.unes.edu.ve/
Ellos, que hacen vida dentro del colectivo Tiuna El Fuerte de El Valle, fusionan la música electrónica con elementos tradicionales venezolanos y latinoamericanos. El nombre de Bituaya proviene del Oriente venezolano y significa “conjunto de verduras que se utiliza para hacer la sopa”. Trasladando eso al grupo, lo que buscan es mezclar los elementos de la música del Caribe, de Latinoamérica y de Venezuela con música electrónica y proyectar el resultado al mundo entero.
Durante su espectáculo, de cerca de una hora de duración, se escucharon frases clave como: “Fuera todas las balas de Catia”, “Estamos en otra onda”, "Los jóvenes pueden realizar otras cosas distintas a la violencia”, “Cada uno tiene que asumir su papel en la lucha contra la inseguridad”, “En Venezuela estamos inventando otra manera de hacer las cosas”.
Para Piki Figueroa, letrista de Bituaya, “mientras los espacios estén ocupados con diferentes tipos de actividades, existirán menos probabilidades de que en ellos hayan acciones de malandreo que se dan por ocio y porque no hay visión de comunidad. Los chamos son burda de pilas y si los dejan por ahí, al garete. En las calles no se encuentran con nada bueno. Se conseguirán con gente más inteligente que ellos, que los va a usar para negociar. Después los menores sabrán cómo es todo y empezarán a negociar ellos y para proteger el negocio se armarán”.
“Yo les digo a los jóvenes que no se achanten, que se inventen una, que transformen su barrio, que son ellos los que tienen la fuerza, la sangre y la juventud para cambiar todo el barrio con festivales, conciertos, rumbas o competencias deportivas; hacer que suene su barrio, pero no por el lacreo sino porque hay demasiado talento en él”, sugiere Figueroa.
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